Planet Football: Costa de Marfíl

Costa de Marfíl, situado al norte con Mali, Ghana al este, al oeste Liberia y al sur el oceáno Atlántico, puede presumir de ser, probablemente, la mejor selección actual del continente negro. Sus 18 millones de habitantes gozarán al ver a su selección en la cita más importante del planeta, siendo el fútbol su deporte rey.

A pesar de las suspicacias, siendo un equipo nóbel en la competición, Costa de Márfil acude al Mundial con un equipo competitivo e ilusionante.

Sus jugadores militan principalmente en la liga francesa, dando el salto luego a grandes ligas europeas. Un ejemplo de ello es su principal estrella: Drogba, delantero centro rematador y con gran potencia, siendo incluso hábil técnicamente. Sus goles con el Marsella y ahora con el Chelsea le han brindado el reconocimiento mundial. Junto a él, Aruna Dindade (Olympique Lyon) formarán a priori la delantera titular.

Pero a pesar de esto, Costa de Marfíl, no goza solo de una buena delantera. Su defensa consta de dos grandes apariciones del presente: Eboué y Touré (Arsenal) forman un muro infranqueable, ya reconocido en la presente Champions League. Junto a Zoro (Messina), Boka (Strasburgo) o Kouassi (Troyes) forman la línea defensiva, aún a falta de conjunción.

En el mediocampo, jugadores muy físicos, no carentes de calidad. Yaya Touré (Olympiacos), Zocora (St. Ettiene), Kalou (PSG), Yapi Yapo (Nantes), Akalé (Auxerre)... media muy trabajadora con mucha rapidez por las bandas.

El único talón de aquiles del cuadro africano es su portero. Tizié es un portero bastante ágil, pero su falta de competición en eventos internacionales puede ser un handicap insuperable.

Veremos que es lo que nos muestran los marfileños en un grupo muy complicado y considerado como uno de los "cocos" de la competición: Argentina, Serbia y Holanda lucharán por impedir el resurgir de un equipo africano en un Mundial. Lejos queda ya la Camerún de R. Milla que hizo temblar los cimientos futbolisticos en el Mundial de Italia.
Desde luego ganas no les faltarán al seleccinador francés, Henri Michel, y sus jugadores considerados ya como reyes en su país.